La escritora Cecilia Fuentes, media hermana de Luis de Llano envió un mensaje a Sasha Sokol a través de una revista de circulación nacional, a raíz de la polémica desatada en redes en donde Sokol 4cus4 al productor de 4bus0.
«Sasha, yo que te conozco hace tanto que sólo puedo pedirte que le echen agua al fuego antes de que mi hermano se muera de depresión sin comprender nunca qué le pasó», refleja el comunicado.
Hija de la f4llecid4 actriz Rita Macedo, también madre de Luis de Llano, y del escritor Carlos Fuentes, Cecilia aseguró a través de su texto que su hermano nunca ha 4busad0 de nadie, al contrario que es un hombre trabajador y exitoso.
En el comunicado, redactado para «TV Notas», Cecilia comenta que entiende las razones que llevaron a Sasha Sokol a denunciar, en redes sociales, a Luis de Llano de 4bus0, ya que tuvieron una relación sentimental que duró cuatro años y que comenzó cuando ella tenía 14 años y él 39, pero que era un noviazgo consensuado, «bendecidos por sus padres y amigos y el medio entero».
Extractos del comunicado
«En un mundo donde el ser humano pierde su humanidad 4rmand0 circos romanos, aventando al ruedo a cualquier persona culpable o inocente, para luego babear de felicidad y echar porras, mientras ese ser es devorado por un león que lo va a descuartiz*ndo poco a poco,
“(…) en ese mundo, (muy ad hoc con nuestra asquerosa naturaleza), ¿cómo d3fend3r o cr!tic4r a alguien? Ahí está aventado mi hermano ahorita, mientras todos disfrutan la mat*nza.
“Él ya nunca recuperará ni su credibilidad ni sus grandes logros profesionales. Lo han enjaulado en un espacio muy pequeño, amarrado a un ancla que es aventada a un mar sin fondo. Y eso no se vale.
“La justicia es la justicia y si ustedes piden justicia, realmente dense cuenta de cómo fueron las cosas. Ya es muy tarde para corregir nada pero por lo menos no sigan empeorándolo», se lee en uno de los párrafos.
«Luis se expresó muy feo de ella, denigró su relación, menospreció el amor que se tuvieron, !nsultó lo que ella guardaba en su corazón como un tesoro, y en la rabia, como toda mujer ardida, sacó a relucir sus sentimientos, probablemente sin darse cuenta de su d4ñ0. Una vez metida la pata ya ni cómo echarse para atrás. Y aceptar el error sería una humillación más».
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