La actriz Scarlett Johansson desapareció de la vida pública durante su primer embarazo, el de su primogénita Rose, y también en el segundo de su hijo Cosmo, de siete meses y fruto de su actual matrimonio con el cómico Colin Jost.
En su última entrevista, la estrella de Hollywood reconoció abiertamente que su decisión de llevar una vida relativamente aislada en esas dos épocas no estaba demasiado relacionada con su, por otro lado, comprensible deseo de descansar y evitar esfuerzos.
Scarlett, quien debutó en la maternidad en agosto de 2014, en su extinto matrimonio con Romain Dauriac, reveló que también quería evitar a toda costa el «escrutinio» mediático y ciudadano acerca de los cambios que experimentaba su figura.
«He sido muy protectora con mis dos embarazos. Quería tener mis propios sentimientos acerca de los cambios en mi cuerpo, sin que otras personas me dijeran cómo me veían, si les parecía positivo o negativo», señaló.
En su sincera conversación con la revista Vanity Fair, la artista estadounidense también admitió que buena parte de los juicios de valor y de las intromisiones que ha venido soportando en este sentido, especialmente durante el embarazo de Cosmos, provenían de mujeres con las que mantiene un cierto grado de relación, algunas de ellas incluso «muy cercanas».
«A veces no nos damos cuenta de la presión a la que sometemos a las mujeres embarazadas. En ocasiones la gente te traslada sus deseos, esperanzas y juicios sobre algo que no les corresponde.
“Para mí, estar embarazada siempre ha sido algo emocionante, pero también ha habido cosas no demasiado buenas al respecto, como ese escrutinio que te viene de mujeres que encima son muy cercanas a ti», manifestó.
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